La fiscalidad inmobiliaria en España: consejos útiles para no equivocarse
España sigue experimentando un período de fuerte crecimiento y expansión comercial, que comenzó en 2014, lo que ha provocado un gran interés en los potenciales inversores.
Esta situación de extremo bienestar también se ha registrado a nivel inmobiliario, que parece imposible de detener, ya que cada vez son más las personas que quieren comprar una propiedad en España, ya que toda la economía marca elementos importantes y positivos:
Precios atractivos, estabilidad política, aumento del producto interior bruto, infraestructuras muy desarrolladas, aumento de la demanda interna, reducción de la tasa de desempleo.
Pero usted necesita entender cómo moverse para evitar caer en el error (a nivel de jurisdicción) y conocer los beneficios que puede disfrutar.
En primer lugar, la legislación española prevé diferentes tipos de derechos sobre bienes inmuebles.
Los derechos sobre el terreno y los de los edificios sobre el terreno no son divisibles.
Es una excepción: el derecho de construcción hereditaria que prevé su separación. El beneficiario de este derecho puede construir sobre o debajo de la tierra del propietario de la propiedad a cambio de un alquiler periódico. El contrato es temporal: una vez vencido el plazo, la propiedad del edificio pasa al propietario del inmueble. La duración del contrato tiene una duración máxima de 99 años y su validez viene dada por la inscripción de la escritura y la inscripción en el Registro de la Propiedad español.
Estos derechos pueden ser disfrutados por personas naturales y entidades, ya sean privadas o administrativas. Desde 1992, la regulación de la inversión extranjera ha liberalizado todas las inversiones en España.
Para una mayor protección y seguridad, las normas de inversión siempre están vinculadas al lugar de origen de la inversión, más que a la nacionalidad. Los ciudadanos de la UE son una excepción a esta regla.
Pasamos ahora a la compra y venta de los bienes inmuebles.
Los acuerdos preliminares se utilizan a menudo para las transacciones inmobiliarias.
Los contratos de compraventa se valoran como contratos consensuados, lo que significa que se convierten en concretos y con
los efectos de la ley cuando las partes hayan llegado a un acuerdo mutuo sobre el objeto y el precio. El artículo 1278 del Código Civil subraya que los contratos de compraventa son legítimamente adecuados, independientemente de su forma (la forma escrita no es obligatoria). Sin embargo, cada transacción o contrato de bienes raíces se estipula en este formulario, con el fin de evitar problemas futuros. Para registrar un cambio de
en el Registro de la Propiedad Inmobiliaria, el contrato de compraventa debe constar en acta notarial.
¿Qué hay de los impuestos?
Un contrato de transferencia normalmente da lugar a derivaciones fiscales posteriores por parte del vendedor:
- Impuesto sobre el Valor Añadido Público, que grava el incremento del valor de los terrenos que continúan siendo propiedad de la propiedad mediante criterios concretos y se calcula sobre la base del valor del gráfico catastral,
- Impuesto sobre las ganancias de capital. Si el vendedor no es residente en España, el comprador debe bloquear el 3% del precio de compra y depositarlo inmediatamente ante las autoridades fiscales españolas;
- el impuesto sobre la renta o el impuesto de sociedades, según el caso, sobre las ganancias probables de la venta, tanto para residentes como para no residentes.